jueves, abril 19, 2007

Fin

Muertos todos, sí. Pero de primera y de segunda.

Es horrible lo que ha pasado en virginia. 32 futuros truncados. 32 futuros borrados de tiro y plumazo, que ya no volverán. Todos estudiantes. Todos con ambiciones (porque ya no son sueños, que son ambiciones) y grandes proyectos que llevar a la práctica. Y ha sido un propio norteamericano (de origen surcoreano, sí. Pero norteamericano) el encargado de llevar a cabo la masacre, sin necesidad de ejes del mal ni armas atómicas, ni químicas ni siquiera de destrucción en un sentido irónicamente estricto, que en América las armas son para la protección de las familias ante ataques externos.
Bien, pues el Washington Post cuenta en su edición virtual con un perfil para cada uno de los treinta y dos muertos, a los que además puedes dejar tributos y decirles cosas como “echaré de menos ver cómo mejora tu poesía en las clases de Literatura”. Es comprensible y además, un bonito gesto, una muestra de humanidad entre tanto atropello de información, vídeos y últimas horas.



Ahora bien, permítanme una pregunta: ¿cuántos han sido los muertos iraquíes el día de hoy? ¿el día de la masacre? ¿ayer?. ¿32? ¿50? ¿100? ¿150?... Pues bien, ayer día dieciocho de abril, la información habla de al menos doscientos muertos [ 200 ] y centenares (vaya usted a saber cuántos) de heridos. Y esos sí que son sueños rotos. Borrados de bomba y plumazo, por terroristas anónimos, por ciudades caóticas. Algunas veces yendo a la universidad, teniendo que empapar la sangre en los apuntes de cálculo (recuerdo unas espeluznantes imágenes) otras, yendo al mercado. Otras saliendo de casa, haciendo cola para encontrar un trabajo. Y para ellas no hay tributos. No hay “echaré tanto de menos ver cómo mejora nuestro país contigo entre mis brazos” (que también queda bonito, con esa dosis de cursilismo del que tanto gustan los americanos). Porque los muertos iraquíes ya no importan. A ellos estamos acostumbrados.




Piénsenlo.

3 comentarios:

Lady Day dijo...

Lo más increíble es que en tantas horas, un cuerpo de policía que presume de ser tan eficaz, no cerrara el campus, y pasaran más de 2 horas desde la muerte de las dos primeras víctimas hasta la masacre final.
Que en ese país se mueran 3000 menores al año por disparos de armas de fuego. (A los mayores de edad yo ni los contamos). Que no haya leyes para la regulación de la compraventa de armas.Sí, estamos en 2007, aunque no lo parezca.
Pero, en el suelo bañado en sangre, nacerán flores. La primera ha sido la de ese profesor. Lo que no lograron los nazis lo logró Cho.
Hoy muchas personas duermen plácidamente gracias a su generosidad. Es el momento de preguntarnos: ¿Nosotros haríamos lo mismo?
Ese hombre se merece...ya no sé ni qué se merece.
La noticia que más me ha sobrecogido en mucho tiempo.

Lo de Irak ya ni me meto a comentarlo. Yo creo que seas de la ideología que seas, no puedes negar que en Irak se están dando demasiadas patadas a los derechos humanos por metro cuadrado.

Un beso Paz!

botas de agua dijo...

Escribes muy bien, Paz, incluso cuando no es literatura. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Una vida humana siempre será una vida humana. Sea de la nacionalidad que sea. Ni que decir tiene que si en el último atentado en este país los muertos hubieran sido españoles, otro gallo hubiera cantado y seguiría cantando aún ahora. Es estremecedor.

Todo, depende del día dijo...

Totalmente inentendible.
Es horrible ver cómo mueren personas inocentes todos los días. Ni se diga en la mayoría de los países subdesarrollados, en donde los políticos están cegados por el maldito poder. No ven la inseguridad, el hambre, y la necesidad de sus pueblos, y peor todavía, no los sienten.

Saludos, que anhelan la paz.